La capital lucense es como un pequeño tesoro urbano, oculto detrás de su muralla y lleno de magníficas sorpresas que se esconden entre las esquinas de sus calles antiguas.
Raymond Carr
Compra de la casa de San Pedro, 66, en 1910. Hasta se incluye el concepto de "Propina a los escribientes"
Valoración municipal del edificio en 1955
La Voz de Galicia, 15/02/2016