Huellas de maragatos en el Carnaval Gallego
Vicente Risco, en “Etnografia: cultura espiritual” (Historia de Galicia, dirigida por Otero Pedrayo)
Otras máscaras tradicionales son los MARAGATOS, recuerdo de cuando venían de arrieros o vendiendo cosas con un mulo cangado, y andaban de un lado para otro llevando encargos o haciendo mandiques…
También gitanos con caballerías o gitanas echando la buenaventura, cubanos, moros y negros, viejos, mujeres…
En Cotobade y otros pueblos de Pontevedra, hacen cortejos llamados MOMADAS, derivado seguramente de Momo, en los que van todas las máscaras de un lugar: madamitos, maragatos, vellos, oficios… yendo delante los lanceros.
En el Castro de Caldelas había la MULA FALSA. Dos hombres formaban el cuerpo y las patas de la mula, aparejada con unas mantas. Delante llevaban unha cabeza de mula hecha con pelicas en una armadura de palo. La mula iba llevada por un MARAGATO, vestido a la usanza de estos y hablando castellano muy exagerado; para imitar los dientes blancos de los castellanos metñian en la boca dos rajas de cebolla. Invitaba a las mujeres a montar en la mula, cobrándoles unas perras en cuanto montaba una mujer, la mula comenzaba a dar coces y a tratar de tirarla al suelo; si no lo lograba, corría con ella a la taberna donde tenia que pagar unos vasos.
Los Maragatos y máscaras de oficias (La Voz de Galicia, 16/02/1980)
Típicos de Cotobade son los disfraces de Maragatos que consisten fundamentalmente en trajes puestos del revés y en caretas de cartón que imitan gatos, perros, etc. Los chicos suelen cantarle a su paso las siguientes estrofas: “Maragato pato, rabo de la cincha, cuando el gallo canta, maragato rincha”.
El poder religioso se somete mañana al profano con la "estrea dos peliqueiros" La Voz de Galicia, 24/02/1990
La “farrapada” estará animada por un personaje conocido como “o albardeiro”. No saldrán, sin embargo, los “maragatos”, populares en un momento en que los más jóvenes ya no recuerdan; eran objeto de mofa para los dos bandos luchadores, que se burlaban de él y lo acribillaban con sus saetas de trapo.
El antroido de Vilatuxe resucita este año con elementos nuevos sobre la antigua tradición (La Voz de Galicia, 12/02/1991)
Los volantes van por la parroquia buscando «los oficios» y transportándolos, a modo de emisarios, hasta el lugar donde se ofrecerá la representación. Allí, el corro de curiosos disfrutará de la escenificación, repleta de extravagancias y de humoradas. Sin embargo, gran parte de los presentes no pueden evitar entrar en el corro a molestar, dando continuidad a un acuerdo tácito entre unos y otros que forma parte de la auténtica grandeza del antroido. Entonces es cuando entran en acción los «maragatos». Su atuendo debía estar compuesto por pieles de oveja, con una esquila detrás y un cinturón que golpea sobre la piel ovina produciendo un sonido muy particular.
Hoy, la piel de oveja se ha convertido en una máscara y los «maragatos» llevan sendos monos, aunque siguen realizando las funciones de sus abuelos. Cuando un intruso se cuela en el corro para fastidiar a los que representan «el oficio» o birlar alguno de los componentes de la obra, los «maragatos» cargan con fuerza y golpean sin ningún tapujo al listillo con el cinturón de cuero.
El maragato, víctima de una fiesta de simbologías (La Voz de Galicia, 20/02/1993)
En su análisis de los elementos propios del Entroido de Laza, el referido trabajo universitario se detiene en el maragato, un personaje vestido de harapos que merodea por el séquito de los reyezuelos del carnaval, y afirma que es la figura que mayores dudas despierta en el momento de estudiar su presencia en unos festejos repletos de simbología.
A pesar de sus similitudes con otros personajes de diferentes carnavales —se explica—, no vemos con claridad el porqué de su presencia, aparte de que constatemos su papel de víctima, objeto de todos los agravios, burlas e injurias».
Personajes que encarnan ese carácter de víctimas aparecen en otros lugares, con mayor o menor coincidencia simbólica o formal. Así, se refiere la existencia del Pero Palo, en Villanueva de la Vera (Cáceres). Se trata de un muñeco de trapo y cabeza de madera que, tras recibir todo tipo de escarnios, es decapitado. En él se asimilan encarnaciones de un conocido bandido, de un perverso judío y del diablo. Receptor de todas las agresiones es también el Mieí- Otxin de Lanz (Navarra), muñeco de tres metros de altura contra el que se disparan perdigonadas hasta caer hecho pedazos. O La Vieja y El Pastor, en Valcarlos, destinatarios de la ira de la muchedumbre, refiere este estudio comparativo.
Se afirma en él que, a falta de argumentos convincentes, se podría admitir como razonamiento válido para los maragatos del Entroido de Laza «la enorme rivalidad que existe, por los motivos más variados, o aun sin ellos, en numerosos pueblos y comarcas de este país». Y conviene precisar, añade, que la Maragatería es una comarca leonesa limítrofe con la provincia de Orense. Aludiendo a los sufrimientos de los campesinos gallegos del siglo pasado que iban a la Castilla de las siegas, se aventura de hipótesis de que, «el maragato sea una reminiscencia de los rencores que padeció el campesino gallego y con posterioridad fue asimilado por otros carnavales»
La provincia, atrapada por el Carnaval (La Voz de Galicia, 16/02/1999)
El pasado domingo, pudieron verse de nuevo en Vilauxe los espectaculares trajes de los volantes que danzaron e hicieron repicar las campanillas en compañía de otros típicos personajes, los mecos, peliqueiros y maragatos.
Otro patrimonio (La Voz de Galicia, 24/02/2011)
El resurgir de carnavales como los que se celebran en la ribera de Chantada o en Salcedo, en A Pobra do Brollón, ha despertado el interés por recuperar viejas tradiciones propias de esta fiesta popular. La parroquia de Anllo, en Sober, rescata ahora del olvido figuras típicas como “maragatos” y “bonitos“, que al igual que todas las antiguas manifestaciones del entroido forman parte del patrimonio de la Ribeira Sacra. Que cunda el ejemplo…./... se trata de un desfile de personajes disfrazados, encabezados por los llamados “maragatos”, y seguido por otras figuras conocidas como “bonitos”.
El carnaval tradicional sigue su curso (La Voz de Galicia, 28/02/2011)
Ayer también se celebró el carnaval en otro municipio de la zona sur de la provincia, en Sober. Los vecinos de la parroquia de Anllo Santo Estevo llevaron a cabo una primera tentativa para resucitar un festejo tradicional que estaba olvidado desde hace muchos años. Se trata de un desfile de personajes disfrazados, encabezado por los llamados maragatos y seguidos por otras figuras conocidas como bonitos. La comitiva recorrió la parroquia y se acercó también a la capital del municipio. La participación no es que fuese multitudinaria, pero se trataba de un primer intento, y la iniciativa ayudó a reforzar el ambiente festivo propio de estas fechas.
Sátira y color a orillas del Miño (La Voz de Galicia, 03/03/2014)
En la cercana parroquia de Santiago de Riba también a orillas del Miño, mecos, peliqueiros y maragatos escoltaban el paseo danzarín de los volantes por los campos del pueblo.
Ya está aquí de nuevo el Entroido Ribeirao (La Voz de Galicia, 02/02/2015)
Las campanillas del Entroido Ribeirao retumbaron ayer de nuevo en Chantada. Volantes, maragatos y mecos volvieron a dejarse ver en la parroquia de Santiago de Riba en el Domingo Lardeiro, el que abre el ciclo festivo en este carnaval popular de la Ribeira Sacra. …/… volantes y maragatos hicieron el recorrido como marca la costumbre, por medio de las huertas, plantadas o no.
El Domingo Lambedoiro pone en marcha el carnaval tradicional en Chantada (La Voz de Galicia, 29/01/2018)
El Domingo Lambedoiro hizo salir de nuevo en la Parroquia de Santiago de Riba a los volantes y maragatos, los personajes principales de este carnaval tradicional…/… Ya por la tarde, poco después de las cuatro, empezaba la fiesta en Santiago de Riba. Escoltados por los maragatos, los tres volantes con más cuerpo se fueron turnando para subir el enorme pucho y sus vistosas cintas de colores hasta el campo de O Moredo. Por el camino, fueron haciendo sonar las campanas de sus cintos.
Volantes, maragatos y mecos mandan ya en Chantada (La Voz de Galicia 17/02/2020)
La comitiva festiva iba encabezada por los volantes pero detrás iban con sus ropas viejas, pieles y cuernos, los mecos y maragatos, los otros personajes del Entroido Ribeirao.
