Histórica casa viva
Caminando por el recinto amurallado de Lugo, como por mi Mondoñedo natal, me detengo a contemplar edificios señeros, que tan bien concuerdan con la historia que vieron pasar… Midiéndolos con la medida de la vida humana, siempre estuvieron ahí. Y albergaron infinidad de trabajos, de ilusiones y vidas.
El edificio de los “Maragatos de la Puerta San Pedro”, en el 66 de esta calle por la que entra el Camino a Compostela en nuestro centro monumental es un edificio plenamente vivo porque sigue albergando trabajo, ilusión y vida, del que es ejemplo su propietaria, Maricarmen Pérez-Carro, testimonio del espíritu que animó a su familia, y repercute en cuantos acceden a su especial y tradicional comercio, en el que la atención es proverbial, la mercancía inabarcable, y el ambiente familiar, que hace recordar las históricas reboticas en las que la conversación amistosa y distendida era obligada.
Casas históricas vivas como la de los Maragatos lucenses hacen más grande y más humana nuestra ciudad.