La Abuela Laura, amiga de los Pérez Carro
Por los recuerdos que tengo de lo que me contaba mi madre, mi abuela, Laurentina Durántez Fernández, nació alrededor de 1895 en Calzada de los Molinos, a 6 Km de Carrión de los Condes. Sus padres fueron Claudia Fernández e Hilario Durántez.
Los bisabuelos Claudia e Hilario
La familia vivió en Carrión de los Condes donde Hilario pertenecía al Cuerpo de Carabineros. Debido a su mala salud, la bisabuela Claudia falleció muy joven de tuberculosis, quedando el bisabuelo a cargo de una hija y un hijo de corta edad. Más tarde la mala fortuna hizo que Hilario también falleciera en accidente laboral, quedando mi abuela huérfana a los 17 años. A raíz de ese acontecimiento mi abuela se trasladó a Astorga para vivir en casa de sus tíos que a su vez eran sus padrinos.
Por otra parte, y con motivo de cumplir con el Servicio Militar, mi abuelo Angel Vázquez Barcia, vecino de Lugo y concretamente del Cantiño, donde sus padres tenían una fábrica de rosquillas, se trasladó a León donde conoció a mi abuela Laurentina (llamada por todos Laura), que por tener parientes en León se desplazaba allí con frecuencia.
Los abuelos
Parece ser que el abuelo Angel era un buen mozo, cabo de gastadores, así que mi abuela Laura no quedó muy conforme cuando al finalizar su Servicio Militar Angel se volvió a Lugo, hecho que dió lugar a que se enfriara la relación, por lo que pasado un tiempo prudencial Laura convenció a su madrina para que la acompañara en un viaje a Lugo donde recuperó su relación que con el tiempo acabó en casamiento.
Mi abuelo Angel adquirió el Café Lugo-Bar, en la Puerta de San Pedro y allí se estableció el matrimonio, que tuvo dos hijas, Teresa y Angelines (mi madre).
El Café Lugo Bar
Mi abuela mantuvo la propiedad del Café después de enviudar muy joven, aunque siempre fue regentado con acierto por una empleada de confianza, Elvira. En ese café, hoy desaparecido a consecuencia de la limpieza del paño exterior de la Muralla, hizo su tertulia diaria el escritor Ánxel Fole, por lo que fue lugar de encuentro de literatos y otros personajes de la cultura de la época.
Tertulia en el Lugo Bar. Izquierda, Jesús Alonso Montero; derecha, Carlos Casares; vuelto hacia la cámara, Ánxel Fole
Debido a su común procedencia maragata, así como a la cercanía de sus negocios, mi abuela siempre mantuvo una estrecha relación con la familia de Tomas Pérez Carro, en cuya tienda mi abuela se abastecía de productos de su tierra tan añorada como los quesos o las mantecadas.
También se relacionaba con otras familias de procedencia leonesa que se establecieron en Lugo. Recuerdo particularmente las visitas periódicas a Doña Anuncia en Campo Castillo, madre de Don Gaspar Sacerdote y organista de La Catedral, donde desgranaban sus recuerdos de tierras y costumbres castellanas
Mi abuela siempre añoró sus lugares de origen y siguió cultivando las amistades que adquirió de joven, viajando a León, Astorga o Carrión de los Condes siempre que pudo. Asimismo recordó siempre la gastronomía castellana y hacia unos riquísimos cocidos y una sabrosa sopa castellana.